Si algo distingue a Shakira es su alto sentido de responsabilidad social, así lo ha demostrado en diversos eventos a favor de la educación de los niños, en los cuales se ha entrevistado incluso con mandatarios de diversos países, tal vez por esto pocos imaginarían que detrás de la cantante hay una mujer distraída y hasta impuntual.
"Es muy perfeccionista, y a veces ella misma dice que es muy distraída. Le platicas algo, y de repente ya está en otra cosa. Debes captar su atención constantemente, si no, se va.
"De repente es impuntual en el sentido de que no le gusta guiarse por el tiempo, sino por los sucesos, por lo que va viviendo y, si le gusta, se queda más tiempo, se extiende y así se va", comparte Antonio de la Rúa, su pareja desde hace 9 años.
Pero estas características de la colombiana, quien hoy cumple 33 años, se convierten en detalles mínimos en comparación con la sensibilidad y fuerza que en ella ve su pareja.
Con una sonrisa, De la Rúa describe a la cantante como una mujer leal a sus sentimientos. "Es una mujer con mucha fuerza y sensibilidad. Aunque vive la vida con mucho vértigo, tiene los pies en la Tierra. Es muy conectada a sus amores, a lo que siente en su corazón, a mantener vivos esos sentimientos en su cuerpo. Le gusta plantearse desafíos todos los años, reinventarse, hacer cosas que no hizo antes".
Sin embargo, pese a que ha compartido casi una década con ella, hay secretos que Shakira no está dispuesta a compartir tampoco con él, y más que alejarse, el argentino respeta esa parte de su novia, tanto que, cuando requiere momentos de soledad, él se hace a un lado.
"Hay un montón de cosas que no conozco de ella. Cada día me sorprende con algo, es imposible creer que la conozco completamente, nos vamos conociendo y yo también supongo que la sorprendo. De repente me dice que quiere estar sola y le doy su espacio.
"Hay momentos en los que queremos estar juntos y lo disfrutamos, todo lo hablamos".
Celebración impredecible
La forma en que Shakira celebra su cumpleaños es impredecible. Si ella no desea hacer nada especial, Antonio de la Rua lo respeta y se esmera más que por los regalos físicos, por los simbólicos, que para ella son los importantes.
"Celebramos normal, como cualquier otro cumpleaños. Hay regalos, pero nada especial. Disfrutamos estar mucho juntos. Hay un momento en el que las cosas materiales ya no son las importantes, le gusta más sentirse bien ese día", comparte.
