Gerard Piqué marcó un gol a la salida de un córner que puede valer una Liga y lo celebró como merecía la ocasión, a lo grande.
El central del Barça controló el balón después de que Busquets peinase el balón en el primer palo y batió a Diego López. Lo celebró cruzándose los brazos en el pecho y haciendo la señal de la victoria con ambas manos. Una dedicatoria que despertó de inmediato los rumores y las teorías sobre a quién iban dirigidas.
Después del partido, el jugador del Barça no desveló qué significó su gesto, pero dos nombres fueron inevitables, el de su compañera sentimental, la cantante colombiana Shakira, y el de su compañero Eric Abidal, de baja tras ser operado de un tumor en el hígado.
El número dos que Piqué trazó con sus manos después de marcar tiene una relación muy directa con ambos: el dorsal de Abidal es el ‘22’. Y la fecha de nacimiento de Shakira es precisamente esa, el dos de febrero, el segundo día del segundo mes del año.
Y es, además, la misma fecha en la que nació el propio jugador del Barça, diez años después que Shakira.
Piqué, de hecho, ya realizó una celebración similar cuando marcó en el Vicente Calderón su primer gol de la temporada, también a la salida de un córner.
Después del partido, Piqué fue uno de los jugadores más eufóricos, aunque, en la misma línea que sus compañeros, mantuvo una impecable línea de prudencia. “Es verdad que ocho puntos son muchos”, concedió, “es un paso muy importante, pero no definitivo”.
Piqué también explicó que en la jugada del gol controló el balón con el pecho y no con la mano. “Es una jugada muy rápida, pero me ha salido bien. La controlo con el pecho y no me he parado a pensar nada más”, añadió sobre la jugada del gol.
El central también destacó el hecho de que el Barça ha demostrado “una vez más que juegue quien juegue, se mantiene el nivel del equipo y que podemos estar orgullosos de todos los jugadores de la plantilla”.
Piqué admitió su sorpresa por el resultado del Real Madrid en el Santiago Bernabéu. “No esperábamos ese regalo, pero es una gran satisfacción poder ganar en Villarreal, nosotros sólo pensábamos en ganar nuestro partido”.
Aunque José Mourinho dio la Liga por perdida tras caer ante el Sporting, Piqué fue más comedido. “El campeonato no está sentenciado. Siempre sorprende que el Madrid pierda en casa, pero la liga es muy competitiva, nosotros ya perdimos en casa contra el Hércules”, recordó.
El Barça, mientras, seguirá “igual que hasta ahora”, como insistió Piqué. “Hemos dado un paso muy grande, ahora tenemos una distancia importante, pero no es definitiva”, recalcó.
También fue muy cauteloso a la hora de valorar el pronóstico que Sandro Rosell había lanzado sobre la final de la Copa del Rey. “¿Un 5-0? No, ni mucho menos, lo único que quiero es llevarme la Copa a casa”, dijo.