Los nombres, como las modas, van y vienen. Por eso muy pocos se plantean en estos tiempos de Jessicas, Leos, Iris y Omares llamar a su hija Josefa, Francisca o Dolores, muy comunes entre las féminas españolas de décadas anteriores.
Ahora, es mucho más cool y moderno llamarla Shakira: 469 españolas han estrenado DNI con el mismo nombre que la cantante durante los últimos diez años, cuando la colombiana disparó su fama con Servicio de Lavandería y una década antes de la euforia del Mundial. En fechas previas, sólo había 6 Shakiras en toda la geografía. O Chenoa, que tras su paso por Operación Triunfo cuenta ya con 259 seguidoras en los documentos de identidad del país.
Hay más: crece el gusto por Daniela, desde que el cantante David Bustamante y su mujer, Paula Echevarría, llamaron así a su hija en 2008, el INE registra que el nombre dobla su frecuencia un año después (4.275 en 2009).
La actriz, la cantante o la estrella de moda triunfan, así, entre las neonatas. Y, ¿entre los hombres? Ganan futbolistas y los actores de turno. Así, aunque Iker siempre ha sido un nombre común en el País Vasco, ahora hay 26.532 varones que comparten DNI con Casillas. El portero más deseado se ha instalado incluso en el Registro Civil andaluz, donde ya 790 niños llevan el nombre del astro español.
A estos famosos se suma la realeza, pues las infantas Sofía y Leonor, y Froilán, hijo de la Infanta Elena, cosechan cada vez más seguidores.
¿Una maldición?
Existe para algunos la creencia de que el nombre que se le da a un recién nacido marcará su destino, su fortuna o su desesperanza. Por el contrario, otros creen que un nombre bien elegido concederá poder, atraerá el favor de la suerte e, incluso, resolverá el futuro. En cualquier caso, suele ser la primer información que uno da de sí mismo. Tanto es así que, un estudio de la Universidad de Oldenburg (al norte de Alemania) asegura que llamarse de una u otra forma tiene una influencia directa en el éxito escolar. Según el estudio, un trabajo firmado por un niño llamado Kevin –nombre que en Alemania está asociado a estratos sociales inferiores– obtendrá peor calificación que otro atribuido a un Jakob o Simon.
