La pareja de Shakira, Antonio De La Rua, mantuvo una conversación con El Tiempo de Colombia, en donde habló de su viaje a Colombia, el album en español de Shakira, etc.
Antonio de la Rúa dice que su viaje buscando folclor colombiano le cambió la cabeza
El novio de Shakira hizo un periplo por Timbiquí, Guapi, San Basilio de Palenque y otros lugares buscando sonidos para el próximo disco de la cantante.
Antonio de la Rúa vivió en Colombia una expedición relámpago por lugares donde pudo empaparse de nuestro folclor musical. Esa expedición era un sueño conjunto que compartía desde hace años con Shakira, pero al final solo pudo venir acompañado de algunos integrantes del equipo de producción de Shakira, entre ellos Rodrigo Iervolino, John Morical y John Hill.
Este último es conocido en el mundo como productor musical del primera linea -ha participado en trabajos de Yoko Ono, Santogold y Natasha Bedingfield- y trabaja desde ya en la producción del próximo álbum en español de la cantante colombiana.
Los expedicionarios se llevaron un tesoro de 90 horas de grabación, en las que quedaron registrados la música de marimba del Pacífico, la champeta cartagenera, los aires vallenatos ejecutados por Náfer Durán y el joropo llanero, entre otros.
En un momento, la emoción de estar en la cuna de cada una de estas músicas, oyéndola de primera mano interpretada por sus propias leyendas fue tal que llamaron a Luis Fernando Ochoa -eterno productor de Shakira- para que se sumara al grupo.
"Lo que hicimos fue investigar en las zonas de Colombia donde hay más influencia africana -dijo Antonio de la Rúa, vía telefónica desde Nueva York-. Pasamos por Guapi, Timbiquí, Barranquilla, Palenque y Cartagena. Hicimos una recolección de 90 horas de música".
¿Qué harán con ese material?
El objetivo era tener esas grabaciones para entrar al estudio, escucharlas, entenderlas, saber más de los ritmos colombianos y discutir qué de ahí nos sirve de inspiración para el próximo disco en español de Shakira. Será un disco de música colombiana o de folclor colombiano, pero va a tener una fusión bien contemporánea, moderna.
¿Cómo calificó la experiencia de ir a lugares como San Basilio de Palenque y Timbiquí?
Para todos fue de las mejores cosas que hemos hecho en la vida. Es increíble poder recorrer Colombia. Hace unos años no se podía. Es como si Colombia de repente se hubiera abierto para que la puedas ver. Ir a Guapi, a Timbiquí, a muchos de los sitios por los que hicimos la ruta, eran lugares que hace seis años eran un destino impensable.
¿Cómo describiría lo que vio?
Encontré una especie de libro de historia de la música. Los músicos de Colombia son los historiadores, los encargados de escribir la historia de Colombia, que es como la de América Latina.
Está ahí, en la música, la llegada de los esclavos, la adaptación a un lugar distinto, la influencia española y cómo se la ingeniaron los nativos para preservar su cultura aunque incorporaban elementos nuevos. En Timbiquí me impresionó cómo tienen desarrollada toda la música alrededor de la marimba, el arte que hay en aprenderlo. En San Basilio de Palenque se veía el paso de las tradiciones de familia en familia, donde hablan africano, no español. Es un lugar que tiene la música como algo central de su cultura. Visitarlos y oírlos es como observar la historia de cada uno de esos pueblos.
¿Le contaron sus historias?
Cuando llegas allá te cuentan lo que significa la música, por qué cantan y a qué le cantan, ves que siempre tienen que ver con la familia, la tradición, la tierra y la muerte. En Palenque se siente el espíritu: ellos creen que el espíritu sale por los oídos y hacen la música para acompañarlo al lugar donde tiene que llegar.
¿Hubo algún momento especial en que hubiera dicho, Aquí Shakira debería estar viendo esto?
Todos. Primero, porque nos sorprendió la riqueza musical, la cantidad y lo sofisticado de los ritmos. Eso lo tenés todo el tiempo, en cualquier lugar. Igual, ella va oyendo lo que grabamos, ya lo está oyendo. Son 90 horas y vamos seleccionando algunas cositas. Tenemos a un ingeniero trabajando en ese material. Ella lo va escuchando. Supongo que hay muchas cosas que todavía nos faltan ver, pero lo que sí es seguro es que Colombia está llena de oro por todos lados.
¿Qué decían las comunidades al saber quién es usted?
Cuando terminas la experiencia musical y de escuchar y de que te cuenten y te muestren, te tomás un traguito y hablás, llegás a una especie de conocimiento con la gente que es de cercanía y amistad muy fuerte.
No hay alguna traba o pared entre el grupo que viene de afuera y esas personas. Hay como una especie de corazón abierto, de poner todo lo que tienen y lo que saben para compartirlo. Sentís que no hay ninguna distancia. Entonces vuelven bastante emotiva y cómoda la experiencia que te va cargando de alegría, de mucha felicidad. Nos sentimos todo el tiempo como en familia.
¿Y qué dijo Shakira cuando le relató esas sensaciones?
Shakira conoce mucho de músicas de Colombia y del Medio Oriente. Son los lugares que ella siempre buscó en muchas canciones. Se ve alguna influencia, pero esta es la primera vez que lo hacemos así, organizadamente, y que vamos a tantos lugares a registrar el material. De hecho, me parece que abrimos una puerta. No se a donde nos lleve, pero nos va a dar muchas cosas. Sabíamos que había mucha riqueza, pero verla, tocarla, escucharla te cambia la cabeza.
¿En qué sentido?
Hay tantas posibilidades de cosas que podemos hacer en el futuro con todo esto. Es como inagotable. Por ahora nos vamos a concentrar en el disco, porque estamos montados en la promoción, la salida de conciertos, es una etapa que nos llevará dos años más.
¿Cómo es esa agenda?
Shakira hará promoción (del disco 'Loba', en inglés que sale a la venta en Colombia el 10 de octubre) durante seis meses.
Después, habrá un par de meses de ensayo, sigue la gira de un año y en el medio estará este disco en español que saldrá de marzo a junio del año entrante. No tiene fecha específica, solo podemos darle prioridad, esperar que salgamos de este ciclo. Pero ya abrimos una puerta: descubrimos la riqueza que tienen.
¿Antes estuvo así de involucrado en la producción de un disco de Shakira?
La verdad, es la primera vez. Siempre estoy cerca del proceso de ella y la ayudo. Pero, nunca había hecho esto. Como se trata de Colombia y los productores son estadounidenses, Shakira sabía que no era un lugar para mandarlos a que se arreglaran solos. Queríamos que entendieran la importancia que tenía este viaje para nosotros y que tuvieran el puente bien armado, que fuera una cosa bien real. Les venía diciendo a los productores: "Tenemos que ir a Colombia". Veníamos hablando de esto hace años. Pero estas cosas son difíciles de armar, de encontrar el tiempo. Hasta que dijimos: "Vamos o se nos va a pasar el tiempo".
¿Y van a hacer otro recorrido?
La idea es trabajar en el álbum y cuando vayamos definiendo y entendiendo para dónde vamos, vamos a volver. La idea es empezar una relación de ida y vuelta. Quedamos con todos los contactos de los músicos que conocimos. Tenemos un buen mapa musical y una buena red de artistas a los que podemos llegar y consultar.
Expediciones musicales se multiplican
Las expediciones musicales se están volviendo un recurso cada vez más frecuente a la hora de buscar inspiración para los álbumes de diferentes artistas. Y el escenario colombiano ha atraído a artistas como Calle 13, cuyos integrantes hicieron una expedición en busca de ritmos raizales en lugares como la Sierra Nevada de Santa Marta.
Los mismos artistas nacionales, sobre todo los artistas que pertenecen a las corrientes del tropipop y la nueva música colombiana, han hecho incursiones importantes en las regiones, en busca de sonidos que les permitan diferenciarse. Se sabe, por ejemplo, que Andrés Cabas era un asiduo visitante del Festival del Porro en San Pelayo; que el grupo María Mulata, que alcanzó a ganar en las competencias folcloricas de Viña del Mar, antes de comenzar a grabar su primer disco hizo varias incursiones por la zona de influencia de ritmos como el bullerengue y el sexteto (norte de Antioquia, Córdoba y Bolívar).
Muchos músicos tradicionales, comenzando por Los Gaiteros de San Jacinto han visto llegar nuevos discípulos musicales provenientes tanto del interior de Colombia como de fuera, que vienen buscándolos no solo para oírlos tocar en su ambiente natural, sino para aprender desde cómo hacen sus instrumentos hasta la historia de su música.